martes, 27 de noviembre de 2007

Papelucho

Imagina un niño flaco, con grandes rejas y un pelo de escoba absolutamente impeinable. De piernas y brazos flacos, con una hermana chica que parecía un peluche pero sin pelo, que siempre lograba olvidar que estamos en Chile, que las cosas afuera pasaban a un ritmo vertiginoso.
Un niño que se creía inteligente pero era demasiado flojo para demostrarlo, con una capacidad para meterse en problemas sólo superada por su capacidad para salir de ellos. Que veía pero no entendía la motivación en la vida de sus padres, con las rodillas llenas de costras y la cara siempre sucia.
Así como el chavo pero chileno, este niño tenía la capacidad de transformar un montón de cajas e un fuerte de una guerra imaginaria, un montón de cojines en un palacio, y una micro en una nave intergalactica.

Imagina ahora que ese niño encontró un día en su casa un libro acerca de otro niño al que realmente le pasaban las cosas que él se imaginaba, y le encantó leer y creció leyendo, para terminar ahora con un incontenible deseo de escribir historias como esta, a veces arrepintiéndose de no haberlas vivido en carne propia.

4 comentarios:

Diego dijo...

en verdad, nunca he entendido muy bien esos sentimiendos de infancia. Me cuestiono si es por que la mía fue miserable (cosa que no creo) o por que sólo hay cosas que no viví. Pero de todas formas, supongo que yo haría en lugar del niño, es intentar hacer esas ocsas que no hice, contextualizandolas a mi realidad. No sé, no me hecharía a morir por algo que no hice sabiendo que de cierta forma, puedo hacerlo igual.

Es extraño, quizás tengo un trauma con eso de mi infancia, pero como que en verdad, no me importa mucho. Jamás volvería a ser infante, por nada del mundo. Cero entretención. es mejor ser un poco más grande y tener cuastionamientos existenciales xD

beso
=**

SeBx. dijo...

Awww... yo tb leía papelucho :P

Diego dijo...

yo no.-

Caosdelirante dijo...

interesante cuento sobre un cuento, ñami ñami para mi estómago literario aunque es mejor leerlo en la mañana, temprano con el sol que a estas horas de la noche donde se prefieren las cosas sombrías y enigmáticas o poderosamente claras. Bueno, se me va la bola rápido, no he leído más de tu blog, pero este me gusto harto, es probable que me pase de nuevo
saludos